“Pensábamos que lo perdíamos todo”, explica Raquel, “ver las llamas tan cerca del pueblo te hace darte cuenta de lo rápido que puedes perder tu casa, tu trabajo o tus familiares y amigos. Si no hubiera cambiado el viento milagrosamente lo hubiera perdido todo”. Así define Raquel, la socia nº 6842 que tiene su supermercado Covirán en El Barraco, la sensación que vivió el pasado agosto cuando el fuego descontrolado en la sierra de Ávila afectó a las de 20.000 hectáreas de entorno rural. Por suerte no hubo que lamentar pérdidas personales, pero sí daños materiales y consecuencias que aún sufren las zonas afectadas.
Como explica David, otro de los socios de Covirán (nº 17705) afectado muy de cerca por el incendio ya que gestiona el supermercado Covirán de Pedro Bernardo, “tras las llamas nos damos cuenta de que los pozos, acuíferos y tuberías están contaminados por las cenizas y no son aptos para el consumo humano ni animal” por lo que se producen incesantes cortes en el suministro de agua potable en toda la zona.
Así que decidieron actuar al respecto. Por eso es importante contar esta historia de solidaridad y conciencia social a través de la rápida reacción de nuestros socios y su compromiso con la cercanía y la solidaridad, dos valores intrínsecos del ADN de Covirán.
“Llevo más de 5 años con Covirán y sé lo conscientes que son y lo rápido que actúan, por eso en seguida llamé a mi delegado de zona para ayudar en lo más prioritario: el agua”. Cuando se produce un incendio, debido a la ceniza y los restos de maleza y arboleda quemada los acuíferos, pozos y cañerías quedan afectadas en toda el área. Se contamina su interior y hasta que no se produce una limpieza completa y un saneamiento no son capaces de trasladar agua potable a la zona afectada y la periferia.
Por ello determinados puntos de la sierra de Ávila se quedaron sin agua potable en estos incendios. En pleno verano el agua es fundamental y nuestros asociados detectaron que podrían ayudar a sus vecinos. Rápidamente todos los órganos necesarios en la Cooperativa se pusieron manos a la obra para gestionar una donación de palés de agua potable con garrafas de 5 litros que llegó rápidamente a sus diferentes pueblos para ser repartidos por los vecinos que los necesitaran.
Esta zona de Ávila, famosa por su ganadería, ha conseguido así poder disponer de agua tanto para las personas como para los animales durante estas primeras semanas tras la tragedia mientras las administraciones públicas potabilizaban de nuevo las conexiones de agua. Los habitantes de cada pueblo han agradecido a Raquel y a David su preocupación.
Esto pone de manifiesto cómo las comunidades se unen cuando hace falta y cómo los socios de Covirán situados en zonas rurales se convierten en vertebradores no solo de alimentos, sino de apoyo. Miles de litros de agua que, además de quitar la sed, nos refrescan con la solidaridad. Como bien explicó David en las redes sociales de Covirán Pedro Bernardo “Unidos y juntos ayudando a nuestros paisanos abulenses. En Covirán, siempre estamos cerca de ti”.
Miriam, Raquel y Pedro, el equipo de Covirán de El Barraco.